
Photo by Marcos Soria
La tercera tendencia que nos ofrece FIMI, CIUDAD SALVAJE, es más prehistórica, natural, mimética, salvaje y rústica. Se utilizan tonos primitivos de pieles de animales y bosques como los ocres, verdes y marrones que inspiran calor, elegancia y rebeldía. El mundo vegetal nos inspira en mayor medida que el animal. Hojas, formas musgosas. Dualidad entre la técnica y la biología.
Una gama que nos inspira la aventura y la voluntad de huir hacia un horizonte de paisajes degradados, como los fondos de las pinturas y retratos del Renacimiento. Colores que dan la sensación de llevarse bien los unos con los otros y de disfrutar en las composiciones laminadas o superpuestas. Colores piedra, beiges especialmente amarillos, caquis claros, verdes musgo, azules claros y marrones tornasolados. Por una línea de sport clara, pero algo desgastada, mate o brillante para adaptarse a la ocasión.
Una gama que nos impulsa a buscar nuevas vías, nuevos paisajes, atmósferas mágicas en busca de un nuevo equilibrio de tranquilidad estable.