
Laura, por segundo año, se viste de comunión. Se vuelve a vestir de una manera sencilla y clásica, pero con pequeños toques que la hacen auténtica.
Laura ha pensado en este día tan especial y clásico en las niñas que tomarán la primera Comunión. Vestidos de organza, llenos de lorzas o con faldas de capa y cuerpos muy trabajados, vestidos para sentirse como una princesa ese día único y especial.
Las puntillas asoman levemente y sin abusar para ofrecer vestidos vaporosos llenos de sencillez y asequibles para que todas tengan la oportunidad de pasar un día lleno de ilusión y felicidad.